tisdag 13 maj 2008

El 10 de agosto se sabrá el futuro de Evo


Los bolivianos acudirán el próximo 10 de agosto a un referendo “histórico” para decidir si ratifican o revocan el mandato del presidente Evo Mora­les, su vicepresidente Alvaro García Linera y el de los prefectos (gobernadores) regionales.
Morales promulgó ayer la ley de convocatoria del referendo revocatorio que supone un hito en la historia del país, ya que es la primera vez que Bo­livia celebrará una consulta de estas características, enfatizó el Man­data­rio.
“No tengo miedo al pueblo: que diga su verdad y nos juzgue”, subrayó Morales tras promulgar esta ley, cuatro días después de que el Senado de Bolivia decidiera de forma sorpresiva aprobarla, rescatando una iniciativa que partió del propio gobernante el pasado diciembre.
Fue Morales quien envió al Congreso Nacional a fines de 2007 el proyecto cuan­do el país vivía una situación dura vincu­lada al proceso constituyente.
La Cámara Baja aprobó la norma en ene­ro y pa­só al Sena­do, controlado por la oposición, don­de quedó pa­ralizada varios meses.

1 kommentar:

Jorge Leonardo sa...

Sin lugar a dudas, la crisis que vive el gobierno de Evo Morales en Bolivia, no tiene su origen sólo en la oligarquía y la derecha de ese país andino, sino que sus tentáculos hay verlos en el norte, Estados Unidos.

En primer lugar, porque un alto funcionario estadounidense, prácticamente avaló la votación secesionista que la oligarquía boliviana enclavada en la rica región de Satán Cruz desarrolló recientemente, y que le fue favorable. Al igual que Santa Cruz, las regiones de Beni, Pando u Tarija buscan también su autonomía, en detrimento de la unidad territorial boliviana y, por supuesto, del gobierno que lidera Evo Morales.

En segundo lugar, porque los que se han favorecido de las riquezas bolivianas han sido las transnacionales estadounidenses, por lo que no es casual que las zonas de mayor riqueza sean las interesadas en ser regiones autonómas.

Internamente, por supuesto, la oligarquía, en particular, y la derecha, en general, aún no admiten que les gobierne un indígena. «Aquí no es un problema de autonomías (gobiernos descentralizados), no es un problema del IDH (distribución del impuesto petrolero a los departamentos), el problema es Evo Morales. Esos grupos no aceptan que un campesino, un indio, un indígena sea Presidente de la República», dijo el mandatario boliviano a una agencia de noticias internacionales.

El senado boliviano, dominado por el oficialismo, aprobó convocar en los próximos tres meses, un referéndum revocatorio, junto a su Vicepresidente y nueve prefectos, seis de ellos de oposición, para validar el mandato de Evo Morales.

El Presidente Evo Morales, cuyos ancestros son los aymara, aceptó ir al referéndum, en una muestra de auténtica democracia, porque tenía la facultad de vetar la ley y no lo hizo.

La derecha boliviana y latinoamericana, se han encargado a través de la mentira y la tergiversación, de desnaturalizar los esfuerzos de gobiernos de izquierda, por favorecer a los que históricamente han excluido el capitalismo y su modelo agonizante, el neoliberalismo.

Sin lugar a dudas, esa unidad de las derechas, debe obligar a las izquierdas de América Latina, también, a unirse, y ser garantes de los beneficios desde los gobiernos de izquierda.